Remar solo queda
Solo queda otear océanos como abismos
romper el dique (de conmoción) y remar.
Solo queda,
solo queda dar fe de golondrinas mensajeras
el mundo sin destino y remar.
Solo queda la vida y yo en un hotel sin ventanas,
hablando sobre la rutina de los peces.
Remar solo queda,
la tierra y el cuerpo y nada más.
Gustav Klimt, Austria (1862-1918). Fishblood (1898)