Fantasía en Londres
Si Lord Byron pudiera cantar
yo pondría un sombrero de copa en mi cabeza
con una taza de té de lágrimas en un bar de Picadilly.
Y cantaría las notas más altas de las veladas sin amor de no retorno
en el West End si la luna fuera perla;
si tu sonrisa fuera diamante pertenecerías a la Torre de Londres con las demás joyas.
De la casa marinero, vagabundo, vendedor y sufridor.
Soy en un puerto de mar junto
a un sol que muere para renacer al día siguiente
así son las noches en pena bajo la lluvia picante y bajo el silencio y el olor a sal.