«Junto a estar en lo cierto, en este mundo, lo mejor es ser claro y estar definitivamente equivocado»
Thomas Henry Huxley
Error admitido
Pasado el tiempo supe
que tenías razón.
Ahora dejo destilar la sombra
desde el trampolín de la ventana,
lejos un cerco de luces prosigue
encumbrando la muerte del día,
éste que agoniza sobre mis párpados,
el que perece aferrado
a los mástiles eléctricos de la ciudad.
Del diario rodar queda nada,
apenas un calendario de tachados ordinales,
iguales, evitables como el calco de la copia.
Esas jornadas nos odian en silencio,
por ingratos, por inmerecida ofrenda
en una esquina anodina y relegada.
E insistimos
en malbaratar la preciosa esencia
que disipamos en cada segundo.
Al final tan solo quedan
esas felices tardes inhábiles donde aprendimos,
a través del otro,
por encima de todas las cosas a amarnos
a nosotros mismos,
a perder el tiempo y a no hacer nada,
como si en ello nos fuera la vida.

