3.5
Asomados al pretil
contemplábamos
al Cielo alejándose sin moverse
arrastrado por turbia agua.
Las Ranas repetían aquello
que solo corean las ranas
y… los faros de los autos
retornaban dóciles a la densa liviandad
que preside el vórtice gravitacional
que bulle en los barrios.
Para poder huir
con hojas de papel
fletábamos bajeles de casco cuadriculado.

