1.7
SupeRmErcAdo.
No recuerdo mañana,
olvidé esa calle que recorreré
seguro de dar pasos
en un continuo ahora.
Allí miré primero la sombra
proyectada de un delgado árbol
y los ojos recogieron la luz
reflejada de lejanas ventanas,
allá, muy arriba,
y coloridos escaparates.
En ese lugar olvidado asegurabas que el aire fue lo primero,
puede que después vinieran los escaparates grises
y una sombra alargada que proyectaba en el viento un árbol,
si,
un anodino árbol del que no recuerdas nada
salvo la infinita repetición de su reflejo
sobre los vidrios de altísimas ventanas.
Compraste pan de molde
y entonces recordé, comprendí
mi falta de memoria sobre pasado mañana.
Todo se resumía en rebanadas,
espacio no compartido y tiempo,
como finas rebanadas.


Excelente elección. Un buen poema para refrescar la tarde fría.Buen fin de semana para ti.
Manuel
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Gracias por tu comentario, una sola duda, ¿ironía?, ¿tarde fría? Que tengas una buena semana.
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Estoy en invierno en Chile. Hay noches de (4) grados. Y el poema me dejó esa calidez en los versos. Un abrazo.
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Cometemos el error de pensar que el mundo se encuentra entre nuestras cuatro paredes, o entre los dos parietales. Me alegra que desde aquí llegue algo de calidez a donde te encuentras. Un saludo y si me permites, un cálido y afectuoso abrazo. Noches de 21 grados. Lástima que no podamos compartirla. Chile me resulta, por muchas razones, parte de mi propia vida.
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Me agrada tu concepto sobre Chile. Seguimos en contacto
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