XXV. Óbolo.
Después del instante de búsqueda,
del momento de volar sin mirar al suelo,
una vez se haya el otoño asentado
en casi todas las hojas del calendario,
la gracia final te será concedida,
te volverás imbécil por todo lo olvidado.
No recordaré la gracia de tu nombre,
ni la luz que se asentaba entonces
por todo tu cuerpo y sus esenciales rincones,
pasaré cerca del aliento que te sostenga
como quien recorre una calle
desconocida, esas que no nos hablan,
las que relegamos al olvido nada más
transitarlas, como un viejo gato libre
deambulando feliz por los portales.
Magnifico Blog;casi magico. Voy a deambular por tus portales.
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Gracias y bienvenido.
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