El dios de los mil nombres
El miedo es un juego de mortales
escondidos bajo las barbas de dios
mientras este mastica sus poemas
sin piedad,
reduciendo su fe
a rastrojos entre los dientes.
Saboreando la esperanza
y relamiéndose los dedos uno a uno.
El dolor sabe mejor si es ajeno,
los sueños se auguran mejor tras haber
mandado a su padre matarlos.
Los templos sagrados se alzan
sobre los antiguos,
y nadie los reclama en verdad y obra.
Si este fuera mi dios
le daría mil nombres
uno por cada miedo que hizo crecer en mí.
La mortalidad es un juego sin dios y solo tiene un nombre.
Pintura de Roberto Ferri, Il Canto Della Vergine, 2005.
Potente el poema. felicitaciones.
Manuel
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Has convertido este lugar en un monumento a la perseverancia. Dinámico. Me gusta. Tengo que ser precavido entre los recodos. particularmente en los que parecen entradas oníricas al mundo de la zopicona.
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Guau!!!
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