Solo el Diez Por Ciento.
(Teorema)
„¿Por qué tenemos que amar donde cae el relámpago y no donde nosotros elegimos?… Pero me alegro de que seas tú, pequeño príncipe. Me alegro que seas tú.“
Theodore Sturgeon, E Pluribus Unicorn.
Hay postergados viajes,
aplazados encuentros colgados del perchero,
junto al decorativo tocado, al lado justo
del desplumado paraguas negro.
Viajes, sí, que un buen día sin avisar
comienzan por dentro. Muy adentro.
Plácidamente tumbada,
con los pies por encima de la cabeza, recuerdo,
y la tarde es un verde vagón, un liviano tren
en veloz movimiento, ligero, siempre ligero.
Bien hicimos en ser mezquinos,
encuentros los justos y aún sobraban, decías,
miles de segundos en el minutero.
¿Imposible? entre sus manos la matemática
no era ciencia, real teorema, fervoroso rezabas,
exacto versículo del diez por ciento.
Razón tenía tu dios, Theodore Sturgeon
tus pasos guiaban desde los cielos:
Ni un momento de más, ¿de más?,
ni en la cometa aire, ni lazos en los vientos,
justa ausencia, valor en alza “eso” del recuerdo.
Y así, criogenizados semestres pasamos,
aquí yo, ¿tú?, ni el Maligno quiere saberlo.
¡Cuanto, y que intenso lo nuestro!
