A rebato.
—¿Las campanas?
La campana respondía
bailarina en una soga
con voz nativa de acería.
—Convoco en la mañana,
cual mensajeras golondrinas,
en sonoras cabriolas
alboroto nubes y vecinas.
Mirábamos desde el pretil la mar
mientras un gong occidental
estrecho camino señalaba
aromado de espliego y sal.
Sincretismo popular:
sobre un encalado altar
exvotos de cobre y ofrendas
hacían a Roma resucitar.
Alzaña, sin trinquete ni mesana,
estática boga y arrumba
de puntillas entre humildes almas.