46. Branas.
Supe de bambalinas y cicloramas,
sospeché que en el abismo del proscenio
mi voz recitaba en balde, en vano.
Un fondo de negrura mudo e invisible
acompañaba el eco infértil de los pasos.
Prosigue la farsa, el libreto aceptas
y con él las luces de tramoya, inviernos
tristes y melancólicos veranos. Suceden
las escenas y un desfilar de secundarios,
comparsas creíbles, séquito sin luz, falso.
Y así todo sucede, labios prenden labio,
miras a los ojos y a tus ojos sorprendes.
Descubres en el pájaro a todas las aves,
y en los besos, un torpe e inútil intento
por llegar al turbio corazón de tu deseo.
En este tablado confío y aguardo,
puede que un día, sobre sutil escenario,
entre aplausos y bises nos tropecemos.
👏👏👏👏
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👍 Gracias.
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