Marcadores.
Mirabas detenidamente
las caducas hojas del libro
y con diminuta precisión
escribías en el margen, lápiz
y redonda ortografía apurando
cada libre espacio rescatado.
Recortes del diario local,
fotografías borrosas de rostros
por el tiempo alejados,
un extraño pastiche confabulando
coincidencias, plazoletas fortuitas
sin lugar ni tiempo. Entonces
eras libre, y el mañana un absurdo
adverbio vagamente equivocado.
E👏👏👏
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👌😊
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