38. Reflejos.
Tal vez en ese lugar
se oculte el sol por el este,
venda yo en la plaza flores
y tú te acerques de mañana
con el vestido verde
que identifica a los hortelanos.
Allí puede que edificara una casa,
veo su puerta, la ventana
con el alfeizar donde sembré
caléndulas naranjas y amarillas.
En sueños acude su aroma
y voces cercanas, desconocidas.
El cielo de azul pizarra se refleja
en un mar mercurial, embravecido,
ambos solemos observar tanta
grandeza contenida. Cuando la tarde
cuelgue plata de las nubes, sosegado,
te hablaré de un lugar soñado
donde el aíre es azul y el sol
se va por el oeste, allá no hay casa,
ni un tú o un yo que, sentados,
contemplen en silencio las mareas.

Me han encantado estos “Reflejos” 👍👍👍
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