Palabra.
No te hablaré de luminosos sueños
largo tiempo esperados,
ni serás ancla o timonel,
ola que me abandona en brazos de la orilla
donde rezuma una novísima alborada,
hombre, solo diré, con andar
y limitado entender de hombre.
Y si quieres llamarle amor,
sí necesitas vestir tu deseo de métrica
y endecasílaba marejada, hazlo,
palabras de hombre serán, nombres efímeros,
reales, justas y desnudas palabras.