Amor Humano.
Hemos mirado al amor,
como quien mira sin aliento.
La lluvia agrede los senderos jamás reseñados,
estepas y floricultura,ardientes espejos, fogatas.
Atrás, la masacre de la carne se agota.
Esta mañana dejé en los portales
el corazón y su abultado equipaje,
como quien deja un vendaval
de papeles mojados,
o un perro,
un perro enfermo y amarillo.
El Cadáver Deseado.
Un hilo de sangres azucenas
en tu partir,
roto tu cráneo por un febrero insensato,
vaciada tu razón, tu desengaño, y aún ansiaba
besar desesperado tus pálidos labios, esos que ya
invitaron a la tierra y al gusano, livideces,
terrible azul de lo inesperado.
Crece fantasmal devaneo sin lámpara,
comienza a despertar el celular fósil,
el álgebra de las raíces y sus espasmos.
Sal y promesas, yagas y tormentas
haciendo eclosionar el limbo al que te expulsan.
Y él, cabalgando el empeño y la supervivencia
ve ascender, como hermosos arrebatos,
las rosas agregadas y las cintas del alfabeto.
Y por última vez su carne tiembla, y el frío
es tan solo un reflejo entre sus brazos.